divendres, 15 d’abril del 2016

Ante la pérdida sin el escudo blanco.Enfermeros sí, personas siempre.


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Joan, era un hombre vital, amante de su familia , amigo de sus amigos y ante todo con un carácter muy positivo.Pienso que eso fué lo que en estos últimos años le ayudó a no perder el humor aún cuando sufría de dolor crónico debido a una artrosis que lo acabó obligando tener de compañera a una silla de ruedas.
Lejos de amilanarse, buscó el movimiento desde la falta de movilidad, y con su silla eléctrica iba de un sitio a otro con no demasiada ayuda,y llenó la casa de objetos adaptadores que se convirtieron en sus aliados para conservar hasta donde él pudiese su autonomía.
Joan,  había sufrido enfermedades de diferente gravedad a lo largo de su vida y las había superado, como decía siempre su hijo, había agotado él sólito, todos los boletos de la suerte de la familia en cuestión de salud. Aún así,  cada una de ellas había dejado huella en su organismo, y llegó un momento en el que la enfermedad empezó a ser más fuerte que él. 
Y así llego este último mes y pico , en el que hubo de ingresar en el hospital , cosa que el odiaba , dos veces . La última hace quince días,  del que salió con una sonda vesical que le producía no sólo un dolor físico,  sino el,dolor de verse por fin vencido por la dependencia.-
Aquellos días en que lo fui a ver , me dijo que ya estaba cansado de vivir ,de sufrir y ver sufrir a su mujer ., que el ya habia hecho todo lo que habia querido hacer en esta vida , de lo cual se sentia afortunado , y que ya se queria ir.Cuando alguien te expresa con tal claridad ese sentimiento no te quedan argumentos , sólo se me ocurrió cogerle la mano y quedarme allí con él. 
El viernes pasado , empezó a estar muy intranquilo y a no descansar por las noches , por lo que le recetaron un tratamiento muy suave para que pudiera descansar.
Ahora creo que Joan decidió abrazar ese sueño, que le daba descanso , y calma a el dolor y se aferró a él,  pues desde ese momento aunque nos contestaba , la ingestión oral fue nula .
Y así estaba el domingo, cuando lo ví para ayudar a su mujer a lavarlo y cambiarle el pañal.Que difícil es ver que alguien se va, sin nuestro escudo blanco protegiéndonos, porque aunque no lo llevemos , esa sensación la tenemos igual, sólo que mezclada con el dolor que produce que el que se vaya sea un ser querido.
El lunes, ante la persistencia de su estado, se decidió, el traslado al hospital,  pero Joan utilizando su último boleto de la suerte, murió antes , en su cama , al lado de la que había sido su esposa durante más de cincuenta años .
Dicen que la vida nos regala el nacer y ver a quien más nos quiere, que es nuestra madre, y a algunos se les concede el regalo de morir de la misma manera que llegaron, al lado de quien los quiso en la vida. Joan fué uno de ellos .
Trabajó mucho, quiso mucho, y se le quiso, y asi fue recordado el día de su muerte.
Joan y su esposa habían tenido la vida que ellos habían pensado tener , los hijos que querían tener , y un matrimonio feliz , por lo que lo que querían era despedirse como ellos querían,  y el no se si destino , o lo que sea que queráis llamarle , les concedió ese deseo.
Siempre es más fácil,  para nosotros apoyar a los familiares ante una pérdida vestidos de blanco, somos empaticos,  estamos ahí,  escuchamos,  pero después salimos por las puertas del hospital y nos vamos a nuestras casas.
Como cambian las cosas, cuando lo que ocurre es que sales por la puerta de cristal, para, tras una llamada , ir a casa vestida de calle , a enfrentarte a una pérdida propia.
Allí no nos protege nada, somos familia , con sentimientos , con debilidades , con emociones...
Han sido tres días,  que a nivel emocional han sido una máster class.
Mi admiración profunda hacia la esposa de Joan , de ella se podria escribir de como el amor hacia alguien , ayuda  a hacer un duelo sereno,  de quien sabe que se ha despedido como debía,  y como quería. 
Y sobretodo mi recuerdo a Joan , su sonrisa , su ir por las calles con esa silla a todo trapo, esos ojillos pícaros a los que no se les escapaba nada.Su amor a la vida le hizo vivir seguramente más años que otros en sus circunstancias,  pero como a cualquier gran guerrero hay luchas que son imposibles de ganar, y el supo cuando la batalla ya estaba pérdida. Así que saco el últimos as de su manga y aun perdiendo consiguio hacerlo como el quiso.
A partir de ahora formará parte de mis recuerdos, porque Joan era mi suegro .
Descansa en paz Juanito.






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