Llegas
a primera hora, algo más pronto, si puedes para tomar ese primer café,
bolso en hombro, que tan bien sienta, y
antes de llegar al control, el Dr. X te pide pasar visita, respiras pensando
que acabas de llegar, y cuando vas a decirle que en un minuto vas, ya ha
empezado la visita solo ( ha de ir a
quirófano y no hay espera, su reloj va casi siempre a otro compás ) , por lo
que decides aprovechar a guardar el bolso y recibir el parte del compañero de
noche que tras diez horas te espera con ganas .Y es que en poco entrarán por la
puerta los pacientes que se operarán a primera hora y acto seguido llegan
los desayunos y hay que dar la medicación..,.
Cuando
el Dr. regresa al control, te comunica lo que hay que hacer a su paciente, como
ha pasado la noche, y es entonces cuando preguntándote antes te paras a pensar
que la próxima vez a lo mejor le dices que espere y escuche conmigo el parte
del compañero que lo ha atendido, (que todos los profesionales implicados en el
cuidado de un paciente pudieran compartir información podría ser una buena idea
¡) y tu sigues
Y
mientras tanto en la planta de al lado tu otra compañera, que tal vez ha podido
guardar el bolso y coger el parte, sale ya al pasillo porque hoy como muchos días
la medicación es mucha y mientras la administra va, cruzando mentalmente los
dedos para que ninguno se complique en ese intervalo de tiempo, donde en el
pasillo está ella, su compañera auxiliar, el ordenador y el carro de curas y en
el que debe vigilar, sueros, bombas de infusión, si la medicación oral hay que
triturarla o no.
Y a seguir, porque el ritmo no para y con los
años has aprendido a disfrutar de los momentos buenos, pero sobre todo a
sortear momentos de esos que quisieras olvidar pero que con el tiempo decides
guardar para convertirlos en minutos de reflexión porque de lo adverso sales
siempre con fuerzas renovadas y con la oportunidad de haber aprendido alguna
cosa.
Que
a las Enfermeras somos un colectivo al que se nos presupone, humanidad, empatía,
capacidad de trabajo, resistencia, inventiva, es un hecho, pero hay una aptitud
de la que hablamos poco, la Resiliencia una aptitud de la que
nuestro colectivo hace un Master sobre el terreno, a lo largo de los años, y
que tal vez deberíamos hacer mientras estudiamos....
Definiciones
de Resiliencia hay muchas, pero después de haber leído varias me quedo con la
que hace Walsh que la define como:
¨la capacidad de una
persona para recobrarse de la adversidad fortalecida y dueña de mayores
recursos. , Se trata de un proceso activo de resistencia, autocorrección y
crecimiento como respuesta a las crisis y desafíos de la vida.
Como
Enfermeras el desarrollo de la Resiliencia requiere otra forma de mirar la
realidad para usar mejor las estrategias de intervención. Más allá de los
síntomas y las conductas, esa mirada intenta detectar y movilizar los recursos
de las personas, de su entorno, de los servicios y cada vez con más fuerza las
RRSS.
La
Resiliencia se puede considerar como una característica esencial es inherente a
la Enfermería debido a la exposición continua al sufrimiento humano y a unas
condiciones laborales estresantes.
Los
especialistas en bienestar, Robertson Cooper, describen la Resiliencia personal
como la capacidad de mantener el bienestar y el rendimiento laboral estando
bajo presión y teniendo en cuenta la capacidad de recuperarse eficazmente de
los contratiempos. Cada vez se recomienda más que la formación sobre
Resiliencia se incorpore a la formación de enfermera.
Las
personas pueden reaccionar de manera distinta ante los mismos retos. La
Resiliencia personal es una combinación de características personales y habilidades
aprendidas y, cada vez más, existe la opinión de que apoyar a las personas a
desarrollar su Resiliencia es especialmente beneficioso tanto para ellas como
para los pacientes y las organizaciones.
¿Cualquiera
que mire el esquema, no se siente bastante identificado, si piensa en un día
cualquiera en su actividad asistencial?
Será
con los años conjugando práctica y conocimiento que desarrollaremos el ingenio
que nos hará capaces de curar, arreglar, organizar, o hasta crear algo, con lo
que tengamos a nuestro alcance, aunque sea poco o no esté relacionado con lo
que aquel momento estemos haciendo...
En
definitiva, de la adversidad sabremos encontrar una oportunidad, y cultivaremos
poco a poco la aptitud de la resiliencia.
Últimamente
se habla y mucho de aprender Humanización algo que se presupone inherente a
nuestra profesión y que más que aprender en todo caso se personaliza con los años.
Lo mismo pasa con ese " ingenio " enfermero, que nos hace sobrellevar
situaciones a priori de difícil solución.
Así
pues, si en la facultad nos dan las herramientas teóricas, a lo largo de horas
y horas en la práctica asistencial, aprendemos a perdernos por los cajones y
armarios de botiquines y carros de curas como émulos de Indiana Jones, a la
búsqueda de conexiones, tapones y demás material, que nos servirá no sólo para
mejorar la atención a los pacientes. sino de, manera inconsciente, a, innovar.
Y es que ese ingenio y esa imaginación es la base de la innovación enfermera.
Nuestro día a día es la cuna y origen de la gran mayoría de trabajos , que
surgen de los interrogantes que nos
planteamos a cada paso que damos en la práctica.
No
todos llegaremos a investigar o publicar, pero innovar… en eso acabamos siendo
maestras. Dando la razón a aquello de “de lo poco encuentras la oportunidad para
lograr mucho “.
Cuantos
grandes avances han empezado con pequeños " inventos " en alguna
unidad de un hospital o en algún Centro de Atención Primaria.
Enfermería
no ha de dejar nunca de pensar, de idear nuevas maneras de hacer las cosas, de crear,
en definitiva, de innovar, pues después de todo es a partir de las necesidades
reales de la práctica diaria que
hemos innovado de manera espontánea, ...
Y
esa mentalidad, esa manera de actuar y pensar es lo que nos hace ser, aunque no
seamos conscientes en mucha ocasión, de madera resiliente.
Incorporar
la Resiliencia en nuestras acciones, decisiones, maneras de pensar, no es fácil, pero
no imposible, cambiar rutinas a veces cuesta, Sobre todo en épocas en las que
presión asistencial y dotación de personal no van andando por el mismo camino,
pero si lo hacemos en un momento de necesidad…porque no hacerlo, siempre porque
la idea es buena, mejora nuestras técnicas, beneficia al paciente y sobre todo
nos beneficia a nosotros como profesionales y como personas.
Leía
unas palabras del Dr., Enrique Rojas acerca de la voluntad, Decía que la
voluntad es la capacidad para ponerse uno metas y objetivos y luchar a fondo
por ir consiguiéndolos.
Y
citaba a los clásicos:
"
Nihil dificile Volenti “
nada hay difícil si hay voluntad.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada