dilluns, 15 de juny del 2015

El arte de escuchar,y el saber recibir el sufrimiento tenemos la misma capacidad ?




El poder terapéutico de la relación apoyada en una auténtica escucha es lo fundamental. Cuando dos personas se encuentran, si una acoge a la que pide o necesita ayuda, sin juicios moralizantes, desplegando sus mejores potencialidades empáticas, el resultado puede ser realmente gratificante y facilitador del cambio. Tres actitudes son el trípode en que se apoya este modelo de ayuda y acompañamiento. Son las que constituyen la triada rogeriana (evocando a Carl Rogers): la empatía, la autenticidad y la consideración positiva. Son valores fundamentales que, encarnados en la persona del profesional, hacen eficaz esta forma de relación de ayuda.
 En el curso de los últimos años constatamos el marcado crecimiento de trabajadores profesionales y no profesionales de diversas disciplinas, interesados en procurar una ayuda psicológica a los pacientes o clientes. Entre estos profesionales se encuentra un gran número de Profesionales de Enfermería. En efecto, muchos han comprendido que el hecho de ofrecer apoyo técnico o un consejo de experto no son suficientes para la eficacia de sus acciones. Sea cual sea su trabajo,los paciente piden ante todo ser acogidos, escuchado y comprendidos. Aunque posean en ellos muchos elementos de la respuesta que buscan, las personas necesitan que se les ayude a descubrirlos.
 Por desgracia, la mayoría de los medios en los cuales enfermería evoluciona no reconocen la importancia de este aspecto del rol de la enfermera y le conceden un espacio insignificante en el reparto del tiempo y de la carga de trabajo de cada día. Además, ciertos miembros del equipo no dudan en interrumpir o finalizar prematuramente una conversación de ayuda con un paciente para darle la comida, hacerle visitar por el médico o cualquier otro pretexto. Para facilitar el ejercicio de este rol de ayuda, es indispensable crear un medio que reconozca y apoye este aspecto del "cuidar" de enfermería que constituye la comunicación y la relación de ayuda.
Y es que este rol profesiona, está apoyado en las relaciones interpersonales  y se orienta hacia una actuación independiente, que es el eje de actuación de los enfermeros hacia las Necesidades Fundamentales de la persona.
A partir de ahí, como profesionales, hemos de saber gestionar las emociones y sentimientos que nos provocará el recibir el sentimiento de dolor, sufrimiento,miedo que nos transmitirán,no sólo el paciente, sino su familia.
Cuantas veces escundándonos en cargas de trabajo,o en aquello de "eso se lo explicará el doctor", evitamos aquellas habitaciones donde sabemos que tendremos que escuchar a una familia con incapacidad para afrontar una situacion terminal, o a un paciente con miedo delante de un mal pronóstico.
Tal vez tengamos que hacer una reflexión y ver esas situaciones como un enriquecimiento en nuestro trabajo diario.
Y desde luego un trabajo entre todos para registrar esa " tarea " que no consta en ningún lado,y que ya Virgina Henderson consideraba esencial ,ESCUCHAR.











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