diumenge, 15 de maig del 2016

Atravesando el espejo.Que ven de nosotros los pacientes ?


La Sra. A. se despertó aquella mañana y al abrir los ojos se dió cuenta en seguida que no estaba en su cama, ni por supuesto en el dormitorio de su casa. Lo que la había despertado no era su despertador que cada mañana lanzaba las noticias de la mano de aquel locutor que a ella le gustaba tanto, sino una voz que le hablaba como si ella tuviese problemas de oído y que resultó ser de una chica vestida de blanco, que mientras le subía la persiana, le daba los buenos días a la vez que explicaba a su compañera sus andanzas de  la noche pasada.
Al rato otra chica vestida de blanco, entró y le preguntó cómo había pasado la noche y en la mesita le dejaba un vasito con pastillas, que debía tomar con el desayuno (uff a quien le agrada comer cuando hace un momento que me he despertado, piensa la Sra. A).
Tal vez si pensamos un poco, todos hemos vivido a una Sra. A, ¿y es qué en nuestra práctica diaria, nos preocupa y mucho que los pacientes reciban una atención de calidad, pero nos hemos parado a pensar que ven ellos?
Y aquí empieza una llamada a través del espejo a todos nuestros pacientes, porque detrás de lo que ven hay historias, circunstancias, momentos, que hacen que no siempre lo que se ve sea lo que realmente es….
Que sí, que hablamos con un tono alto, pero no es con ánimo de ofender, sino fruto de hablar con muchos pacientes de edad avanzada a los que sí hay que hablarles en un tono elevado para que comprendan bien (oír poco no significa no entender nada). ¡Avísennos y bajaremos el tono, les aseguramos que nuestras cuerdas vocales desde el fondo de nuestras gargantas les lanzaran un beso!
Tienen razón, nuestras historias personales, son eso, personales, y seguro que podemos encontrar un lugar más adecuado que su habitación para compartirlas. Pero piensen que, así como para ustedes el hospital es aquel lugar extraño donde estarán unos días, para nosotros forma parte junto a nuestra casa de nuestro “hábitat” natural y nuestros compañeros nuestra “segunda familia “, con la que pasamos si llevásemos la cuenta,  casi el mismo tiempo que con nuestra familia fuera del hospital. Y si lo piensan, cuantas veces han acabado riendo y participando en esas conversaciones, olvidando, aunque sea por un rato la preocupación por estar ingresados.
Y reímos en el mostrador, sí y lo cierto es que parece que quede poco adecuado en lugar donde el sentimiento que impera sule ser el malestar  Pero para nada  significa  que no  lo tengamos presente en todo momento.
Sólo que nuestros turnos son largos y en medio de tantas horas, compartes situaciones, historias, anécdotas de todo tipo y en algún momento el reir se vuelve inevitable r. El hecho que al llegar, ustedes nos vean reír no quiere decir ni mucho menos que sea una situación mantenida todo el día. Y si lo piensan que mejor que saber que quien atiende a su familiar es un equipo bien avenido con un buen ánimo.
Y por favor no piensen que no oímos los timbres, ni peor aún que no hacemos caso de ellos, les entiendo, ustedes están pendientes de “su llamada “ y esa luz roja que no deja de parpadear, porque una voz desde la pared les ha dicho la temida frase “ ahora venimos “, y no les mentimos, Aunque tal vez deberíamos ser más cuidadosos eligiendo el adverbio y cambiar el “ahora” por el “en seguida que podamos”, en esa situación estamos en desventaja respecto a ustedes , seguramente en ese momento estamos pendientes de las llamadas de varios, y les puedo asegurar que por ahora cuando te dan el título no te inoculan el don de la ubicuidad ( aunque les prometo que el que invente la vacuna, con nosotras se hace de oro )
Que nos gusta mucho estar delante del ordenador porque nos ven horas delante de él, eso se lo tendrían que preguntar a nuestros ojos cuando acabamos el turno. Es verdad en la actualidad nuestros registros, la información de su familiar, está informatizada, y el registro informatizado es una herramienta más de nuestra práctica diaria, como el carro de curas, Pero además, no les voy a engañar, si tenemos algún momento más tranquilo, muchos de nosotros aprovechamos a buscar información, estudiar, porque nuestra profesión avanza no sólo con la práctica sino con el estudio, la investigación, y eso les puedo asegurar que con el tiempo repercute en la calidad de los cuidados que damos.
Y sí, están en lo cierto, no somos perfectas, somos reales y tenemos días, con ánimos tan diferentes, que llenarían la paleta de un pintor, vaya eso que se llama ser humano El ir vestidas de blanco no nos convierte en seres protegidos ante cualquier emoción ,ya sea buena o mala , Sufrimos ante el que sufre o ante el dolor , solo que no marchamos , nos quedamos y damos consuelo y ayudamos y cuidamos ,  Y nuestra intención les aseguro, es que ustedes no noten ese “arco iris emocional “, pero que difícil es a veces poner una sonrisa en la cara, cuando por dentro lo que el cuerpo te pide es un abrazo o estar solo. Aunque muchas veces lo conseguimos porque al vestirnos de blanco nos despojamos un poco, aunque sea por unas horas, de los problemas que están fuera de las paredes del Hospital.
Y es que nuestro trabajo “engancha “, podemos salir un día deseando que nos toque la lotería para no volver más, pero si nos preguntasen que seríamos si no fuésemos enfermeras seguramente no tendríamos respuesta.
Porque, aunque ya sabemos que una imagen vale más que mil palabras, no se quede solo con una foto .si hace un álbum verá que nos gusta hablar con usted, escucharle, reír si está contento y apoyarle si el ánimo ha decidido dejarlo por un momento. Y ayudarlo a perder poco a poco esa dependencia que seguro que, en el fondo, le hace sentir mal,
Si mirase a través de nuestro pijama blanco no vería nada extraordinario, ya que al igual que usted somos personas con sentimientos, que nos cansamos al final de la jornada de trabajo y que deseamos llegar a casa. Pero si mira un poquito más verá que somos un grupo de gente que disfruta con lo que hace, que se siente realizada haciéndolo y que aún con días mejores que otros intenta dar lo mejor para que usted reciba la mejor atención, se sienta escuchado y sobretodo se siga sintiendo persona.
Y esto no es una justificación, sabemos que hay cosas y acciones que hemos de mejorar y en eso estamos, la Enfermería es una profesión para nada estática ( aunque a veces algunos cambios cuesten más que otros ) así que de todo lo visto, si descarta aquellas fotos en las que todos salimos mal, seguro que acaba elaborando un collage que nos defina en ese día a día en el que convivimos todos,
A veces tan solo hace falta atravesar el espejo ....










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