dilluns, 30 de gener del 2017

Disfrutando de la esencia entre cuatro paredes .



Conforme van pasando los años, no creo que diga ninguna mentira, no cuesta algo más cambiar de unidad, de rutinas, aunque lo hagamos si es que llega la ocasión.
Y es que resulta que a veces al cambiar, de manera inesperada te reencuentras con dinámicas de trabajo que añorabas, contacto con el paciente que habías, sino perdido, si robado por registros, procedimientos, índices, necesarios sí, pero con los que no puedes hablar.
Y un trabajo de tú a tú con una compañera el trabajo de la cual ya de habitual valoras, pero que esas cuatro paredes te hace ver su profesionalidad y la necesidad de hacer también "visible" su trabajo.
Porque durante unas semanas he tenido la oportunidad de poder trabajar en la Unidad de Cuidados Post-Quirúrgicos ( UCPQ ) de mi Hospital.
Nuestra Unidad es pequeña, dispone de espacio para cuatro camas. En mi caso acostumbrada a llevar hasta 14 pacientes ( y unos cuantos más años atrás ), el poder estar a plena dedicación a ellos ha significado, no sólo controlar las constantes, el dolor, los apósitos, sino poder ir más allá de las ordenes médicas.
Ha significado, poder hablar muchos ratos con ellos, entender el porqué no quieren comer, el porqué han llegado llorando a la unidad. He recordado lo que es hacer una higiene teniendo en cuenta el pudor ajeno ( la presión asistencial es la gran enemiga del detalle ).El poder estar al tanto de las pequeñas cosas, dar rienda suelta al mundo de los cuidados invisibles.
Porque una vez entras en esas cuatro paredes, el tiempo pasa a estar organizado por dos, el concepto de trabajo en equipo toma sentido, básicamente porque pasa de ser un concepto teórico a ser una dinámica real. La clave de que la unidad funcione es el la buena sintonía del equipo que trabaje en él.
Y es por eso que desde aquí reinvidico el trabajo de mi compañera. Allí dentro somos dos cabezas pensando a la par, detectando las necesidades que puedan surgir, organizando, priorizando, años de experiencia que hacen que mi confianza en ella sea plena, porque sé de su conocimiento y de como sabe aplicarlo.
En la UCPQ somos dos profesionales, un equipo enfermero, y eso me ha hecho recordar mis inicios por los pasillos de la que considero un poco mi segunda casa después de tantos años, en los que trabajar en pareja, representaba la manera  de hacer que el trabajo saliese hacía adelante.
Allí dentro te abstraes en cierto modo, del movimiento de la planta. Sólo los ruidos de las alarmas de los monitores rompen a cada momento el ambiente, cada uno de diferente manera, haciendo saber con sus beeps el estado de quien esta conectado al otro extremo de sus cables.
Y observas, controlas, escuchas, con la alerta en modo "on ".Pero también tranquilizas, dejas que te expliquen ( una buena charla siempre calma ) , coges de la mano, o simplemente estas ahí al lado.
y al día siguiente, tras las visitas medicas, les das el alta de la Unidad, y los trasladas a la habitación donde ingresaron y donde seguirán el ritmo de la planta.
Y tú vuelves a tus cuatro paredes, a esperar porque en una hora volverá a llenarse con nuevas caras, pero con los sentimientos de miedo, dolor, e inseguridad que casi todos.
Pero allí estaremos ...
Leía el otro dia una palabra que encontré preciosa SERENDIPIA .Buscando su significado, ví que tenía varios, pero me quedo con este: descubrimiento o hallazgo realizado por accidente, casualidad, inesperado y afortunado, de cosas que no se están buscando ni investigando.
Y es que llegué a la UCPQ , digamos que por "causalidad ", mas que por casualidad pero ha sido todo un descubrimiento.
Espero que la Serendipia se siga cruzando más veces en la vida, ya no sólo como persona sino como Enfermera ........








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