dilluns, 5 de febrer del 2018

Los niños con canas.La dignidad en la edad avanzada

Se define empatía desde muchas visiones, me quedo con la que nos da Alvin Godman:
“La capacidad de ponerse en los zapatos mentales de otra persona para comprender sus emociones y sentimientos”
Si habéis leído estas dos líneas os propongo hacer el ejercicio mental de intentar adivinar los sentimientos de quien os voy a hablar…
Desde ayer que no sabe muy bien donde está, primero marchó de casa en una ambulancia le dijo su hija, luego aquella sala llena de gente arriba y abajo, personas que le sacaban sangre, o se la llevaban a no sabia muy bien donde ( hacia horas que andaba perdida) a un lugar frio ,donde le hacian una radiografía,  caras diferentes a lo largo de las horas, que le daban medicación, le controlaban la temperatura ( parece ser que tenía fiebre ) y le ponían un pañal, diciéndole “ tu tranquila cariño haz y ya te cambiaremos “ , eran muy amables pero ella no entendía nada, en casa va al baño sin problemas y esas compresas del armario solo las usa cuando se resfria.
Después de unas horas ,ha venido otra ambulancia y la ha llevado a otro lugar que se parece al que ha estado durante horas aunque  no tiene claro en qué hospital está, lo que sabe es que a su casa no la han llevado. Esa cabeza suya hace un tiempo que parece que no quiera hacerle caso, ¡con lo que ella ha sido!
Lo curioso es que, aunque a veces no recuerde lo que hizo hace media hora, puede recordar con exactitud su niñez, adolescencia viendo como su madre cuidaba a su abuela, y con los los años ser ella la que cuidaba a su madre, a le vez que criaba a sus niños. Pero de eso hace ya mucho, tanto que la niñez la vivió cuando el siglo pasado era joven.
Por eso agradece mucho la amabilidad de esas señoritas que entran cada mañana en su habitación, pero no acaba de entender porque la tratan y le hablan como ella hacia con sus hijos.
Después de toda una vida trabajando, sacando una familia adelante, cuidando, solucionando problemas, se ve hoy con un pañal, un babero y con personas que le hablan con diminutivos. Tal vez vaya más lenta (a esa artrosis cuesta ganarla cada vez más), y que olvide algunas cosas, pero recuerda perfectamente que año nació y sabe que no es una niña.
Hasta donde llega la amabilidad y empieza el paternalismo es algo sobre lo que deberíamos reflexionar cuando tratamos a pacientes de edad avanzada.
Como cita el Dr. Hugo Valderrama:
 El paternalismo mantiene toda su vigencia en la relación de los profesionales con las personas mayores y esto no sólo dificulta la promoción de su autonomía, sino que favorece su infantilización. No negamos que la autonomía de los mayores dependientes puede verse razonablemente limitada al tener que adaptarse a los proyectos de vida de los familiares que los cuidan, pero esto no justifica que se les informe de procedimientos, tratamientos o ingresos, cuando unos y otros han tomado ya decisiones por ellos. Quizás esta actitud tenga que ver con que frecuentemente confundimos su incapacidad para realizar las actividades de la vida diaria con la incapacidad para tomar decisiones. (1)
El paciente de edad avanzada, social y culturalmente tiene un concepto de la intimidad y de la relación que no son las nuestras y es algo que debemos tener en cuenta. Así pues, en momentos como la higiene para ellos la desnudez será una situación difícil y es trabajo del equipo de Enfermería cuidar en lo posible ese pudor.
Y aunque nos consideren simpáticos y muy amables, somos alguien quien acaban de conocer por lo que en muchos casos nos hablaran de usted, por lo que, aunque no dirán nada palabras como “bonito “, “abuelita “, “cariñete “les pueden sorprender en alguien a quien ven por primera vez.
Hemos de promover la autonomía en los casos que sea posible. Evitar en lo posible uso de pañales si no hay incontinencia, la dignidad de una persona sin deterioro cognitivo, sin mas remedio que hacer sus necesidades como un bebe queda francamente comprometida.
Tener en cuenta que su ritmo es más lento, pero no por ello no pueden comer solos, ni andar al baño. No los podemos volver dependientes porque nuestra presión asistencial va a ritmo de Ferrari y ellos a ritmo de 600 (no me comáis, cada día conduzco el Ferrari) pero podemos encontrar un punto medio.
Las ratios, las cargas asistenciales, las altas, los continuos ingresos juegan en nuestra contra. A favor estos cinco puntos:  
-          Hablemos de Usted.
-          Ayudemos a mantener su autonomía.
-          Seamos pacientes.
-          Preservemos su identidad y dignidad.
-          Hablémosles con normalidad. (2)
Con ellos podremos curar, cuidar y tratar no a niños mayores, sino a mayores que un día fueron niños … como todos nosotros

Envejecer es como escalar una gran montaña; mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena
 Ingmar Bergman

                                                                                                             

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