Los
agostos en mi Hospital son diferentes. La brisa de las vacaciones se pasea a su
antojo por varias zonas del edificio de la mano del silencio. Se sabe dueña
hasta septiembre, en unos pasillos que aguardan, mientras retienen en sus
paredes el recuerdo de lo ocurrido en ellos.

Porque
es verano y en el Hospital se viven el primer contrato, la primera taquilla, el
sentir ilusión, miedo, ganas, respeto todo en uno, Quien no ha sentido esa sensación
de sentirse responsable de forma real lejos ya de la seguridad de las practicas,
cuando es a tí a quien se giran a preguntar. Tú las miras y recuerdas los tuyos
ya hace unos cuantos …Y te centras en el presente, diferente en mucho al de antes,
pero de eso se trata de evolucionar.
¿Pero
evolucionar hacia dónde? ¿A una atención centrada en procedimientos y
registros? O a una donde el centro de los cuidados sea la persona y que esos se
registren, y se realicen garantizando una calidad. La falta de Humanización, no
es entendida por muchos yo la primera.
Hasta
que estás unos días donde todo es rápido, tanto que solo deja ver la superficie,
quedando lo esencial o aquel pequeño detalle escondidos en cada una de las habitaciones
en las que se entra y se sale, al ritmo de unas tareas que lo miden todo, menos
la calidad a quien van dirigidas.
Y
entiendes que la organización es necesaria, porque hay diferentes factores externos
a la unidad que influyen en ese ritmo. Pero a los pocos días, será por los
veranos acumulados en los pies, decides bailar un poco con él, compartiendo el
pasillo con compañeras de baile que como tú hace años que bailan y han bailado
a diferentes ritmos.
Y
así sé que Antonio se pone nervioso, pero que sus nervios son porque se ahoga
en vida, porque le teme al día que se ahogue del todo. Y si hablo con él, después
hablo con Custodia que de cuidarlo a él, no se cuida ella.
Y
Ena llora a veces porque perder su independencia en sus actividades diarias es
un duelo difícil de llevar.
Emilio
no se lo que llega a entender cuando le hablo, pero con los días al oír su
nombre cuando le saludo me sigue con la mirada, y deja que le cambie la cánula
de la traqueostomía sin que se ponga
tenso mientras le explico lo que hago.
Y Ángel
que ingresó sin querer comer nada, hasta que averiguamos que esa comida sin
nada de sal no era para quien siempre le había echado un poquito.
Y Domingo
que un día fue él quien me curó, cogiendo un dentífrico aun por abrir, y poniéndome
pasta de dientes en las picaduras de un mosquito que se había enamorado de mi
brazo.
Y
Nuria a quien el dolor crónico moldeaba su carácter, pero que el fondo tenía
una pena que sacaba sólo a veces , saber que no volvía a su casa cerca del Bar Quimet.
Y así
hasta catorce, mi ratio de pacientes estos quince días, donde el tan nombrado
trabajo en equipo se convierte, por fin, en equipo que trabaja, en el que cada
una aporta, en el que todo suma, y se da valor al trabajo realizado.
Gracias
Marta , Charo , Angie y Jenny ,lo duro y difícil lo es menos trabajando con
compañeras como vosotras.
Me
quedo con un sueño que espero no se quede en las paredes de esos pasillos que
todo lo guardan, ¿que no haríamos con una ratio no tan elevada? Porque muchos días me ido con la sensación de
no haber hecho todo lo que quería, de no haber cuidado más el detalle. Pero si
lo intentaba, el ritmo rápido me ganaba la partida. Sueños imposibles… ser asistencial
me aleja del cálculo de las ratios, de las cargas de trabajo según el número de
pacientes. La realidad asistencial fluctúa tanto a veces y está ligada a tantos
factores que parece que no quiera darle la mano al cálculo. Pero aún y así como
sería tener la ratio ideal que permitiera efectuar cuidados con la mayor
profesionalidad, tratando al paciente como persona y pudiendo establecer una
relación terapéutica, y poder reflejar todo ello en unos registros que hiciesen
visible los cuidados que más se tendrían que visibilizar por ser en esencia los
cuidados Enfermeros.
Enlaces
de interés:
2- Morales Asencio, JM; del Río Urenda, S; Terol Fernández, FJ;
Gonzalo Jiménez, E; Martín Santos, FJ; Morilla Herrera, JC. Ratios enfermera-paciente: revisión
sistemática de los efectos del número de enfermeras sobre los pacientes, su contexto laboral y
los resultados de los hospitales. Evidentia 2005 enero-abril;2(4). En: http://www.indexf.
com/evidentia/n4/97articulo.php [ISSN: 1697-638X].
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