dilluns, 3 de setembre del 2018

Atrapando el detalle a ritmo rápido.Las mañanas de agosto


Los agostos en mi Hospital son diferentes. La brisa de las vacaciones se pasea a su antojo por varias zonas del edificio de la mano del silencio. Se sabe dueña hasta septiembre, en unos pasillos que aguardan, mientras retienen en sus paredes el recuerdo de lo ocurrido en ellos.
Será por ello que mientras te acercas a las unidades donde la actividad no ha cesado, ya percibes otro sonido. El sonido de la risa, una risa de esa época en la vida en la que ya se es muy mayor para ser niño, y un poco niño para ser mayor.
Porque es verano y en el Hospital se viven el primer contrato, la primera taquilla, el sentir ilusión, miedo, ganas, respeto todo en uno, Quien no ha sentido esa sensación de sentirse responsable de forma real lejos ya de la seguridad de las practicas, cuando es a tí a quien se giran a preguntar. Tú las miras y recuerdas los tuyos ya hace unos cuantos …Y te centras en el presente, diferente en mucho al de antes, pero de eso se trata de evolucionar.
¿Pero evolucionar hacia dónde? ¿A una atención centrada en procedimientos y registros? O a una donde el centro de los cuidados sea la persona y que esos se registren, y se realicen garantizando una calidad. La falta de Humanización, no es entendida por muchos yo la primera.
Hasta que estás unos días donde todo es rápido, tanto que solo deja ver la superficie, quedando lo esencial o aquel pequeño detalle escondidos en cada una de las habitaciones en las que se entra y se sale, al ritmo de unas tareas que lo miden todo, menos la calidad a quien van dirigidas.
Y entiendes que la organización es necesaria, porque hay diferentes factores externos a la unidad que influyen en ese ritmo. Pero a los pocos días, será por los veranos acumulados en los pies, decides bailar un poco con él, compartiendo el pasillo con compañeras de baile que como tú hace años que bailan y han bailado a diferentes ritmos.
Y así sé que Antonio se pone nervioso, pero que sus nervios son porque se ahoga en vida, porque le teme al día que se ahogue del todo. Y si hablo con él, después hablo con Custodia que de cuidarlo a él, no se cuida ella.
Y Ena llora a veces porque perder su independencia en sus actividades diarias es un duelo difícil de llevar.
Emilio no se lo que llega a entender cuando le hablo, pero con los días al oír su nombre cuando le saludo me sigue con la mirada, y deja que le cambie la cánula de la  traqueostomía sin que se ponga tenso mientras le explico lo que hago.
Y Ángel que ingresó sin querer comer nada, hasta que averiguamos que esa comida sin nada de sal no era para quien siempre le había echado un poquito.
Y Domingo que un día fue él quien me curó, cogiendo un dentífrico aun por abrir, y poniéndome pasta de dientes en las picaduras de un mosquito que se había enamorado de mi brazo.
Y Nuria a quien el dolor crónico moldeaba su carácter, pero que el fondo tenía una pena que sacaba sólo a veces , saber que no volvía a su casa cerca del Bar Quimet.
Y así hasta catorce, mi ratio de pacientes estos quince días, donde el tan nombrado trabajo en equipo se convierte, por fin, en equipo que trabaja, en el que cada una aporta, en el que todo suma, y se da valor al trabajo realizado.
Gracias Marta , Charo , Angie y Jenny ,lo duro y difícil lo es menos trabajando con compañeras como vosotras.
Me quedo con un sueño que espero no se quede en las paredes de esos pasillos que todo lo guardan, ¿que no haríamos con una ratio no tan elevada?  Porque muchos días me ido con la sensación de no haber hecho todo lo que quería, de no haber cuidado más el detalle. Pero si lo intentaba, el ritmo rápido me ganaba la partida. Sueños imposibles… ser asistencial me aleja del cálculo de las ratios, de las cargas de trabajo según el número de pacientes. La realidad asistencial fluctúa tanto a veces y está ligada a tantos factores que parece que no quiera darle la mano al cálculo. Pero aún y así como sería tener la ratio ideal que permitiera efectuar cuidados con la mayor profesionalidad, tratando al paciente como persona y pudiendo establecer una relación terapéutica, y poder reflejar todo ello en unos registros que hiciesen visible los cuidados que más se tendrían que visibilizar por ser en esencia los cuidados Enfermeros.


Enlaces de interés: 

1- Sanz Gómez Ana Isabel, Iriarte Ramos Sonia, Gascón Catalán Ana. Aspectos sociodemográficos y laborales en el error asistencial de enfermería. Enferm. glob.  [Internet]. 2016  Jul [citado  2018  Sep  03] ;  15( 43 ): 176-188. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1695-61412016000300007&lng=es.

2- Morales Asencio, JM; del Río Urenda, S; Terol Fernández, FJ;
Gonzalo Jiménez, E; Martín Santos, FJ; Morilla Herrera, JC. Ratios enfermera-paciente: revisión
sistemática de los efectos del número de enfermeras sobre los pacientes, su contexto laboral y
los resultados de los hospitales. Evidentia 2005 enero-abril;2(4). En: http://www.indexf.

com/evidentia/n4/97articulo.php [ISSN: 1697-638X].









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