dimarts, 13 d’octubre del 2015

Humanizar la comida en el hospital.



Enrique Rojas Hidalgo decía que tenemos la obligación de humanizar la comida para que sea un momento grato del día y represente un elemento confortable en la vida hospitalaria del paciente, pudiendo convertirse en uno de los pocos placeres que le quedan en el hospital.
Y estoy totalmente de acuerdo. En muchos casos  la hora de la comida es tal vez el único momento en el que muchos pacientes pueden, a través del sentido del sabor, sentir una sensación agradable, y paradójicamente de los peores recuerdos que guardaran cuando llegue el momento del alta será el de la comida que se les ha dado.
Según la Organización Mundial de la Salud, la aplicación de una dieta adecuada desarrolla el efecto preventivo, terapéutico y educativo del paciente y contribuye a su bienestar social y físico.
Cuando se ingresa en un hospital,se pierde en cierto modo la identidad , se pasa a ser paciente , para ser mas concretos, el paciente de alguien , un concepto que las enfermeras hemos de trabajar porque las personas a las que cuidamos, no son de nuestra propiedad.
Además de perder  el control sobre el modo de vestir, la manera de dormir, y el como lavarse, se pierde el ritmo, la cantidad, la manera de cocinar y los gustos en la comida
Factores como problemas dentales o dificultades en la masticación, problemas cognitivos, depresión, el ambiente y los horarios en que se reparten las comidas, las dietas restrictivas o de exploraciones, los periodos de ayuno obligados por razones diagnósticas o terapéuticas y la falta de flexibilidad en la administración de las comidas contribuyen a disminuir la ingesta y favorecer la falata de apetito.
La medicación con frecuencia produce dispepsia, anorexia o disgeusia que también contribuyen a una alimentación insuficiente.
Porque en nuestras hojas de acogida no falta nunca el tipo de dieta terapéutica : hiposódica, diabética, baja en grasas...
Pero  sabemos si comen solos? , si comen solo un plato ?, si solo cenan fruta? , que  alimentos les son más difíciles de  masticar? , si son inapetentes, que sabores les gustan más ..
Serian solo un ejemplo de cuestiones que tal vez ayudarían a que las comidas fuesen mejor .
Evidentemente estamos en un hospital , y no podemos volver locos al personal de la cocina , pero si trabajar con ellos a partir de las necesidades que veamos en nuestras unidades.
Es fácil imaginar que una unidad de medicina interna tendrá unas necesidades , que no tendrá una de cirugía, así como una unidad de pediatría nada tendrá que ver con una de sub-agudos.
Y así como algunas dietas : líquida , semi líquida, blanda, astringente, hipo sódica , diabética , hipocalórica, serán comunes , otras como las de inicio de dieta post IQ, o las de fácil masticación por disfagia serán mas comunes en una u otra unidad.
Pero una vez establecidas el tipo de dietas , hemos de tener siempre presente que quien estará delante de esa bandeja es una persona , no siempre con un estado de animo bueno, a lo mejor con un ingreso largo , con unos gustos culinarios que nada tienen que ver con lo que tiene delante y al que a veces etiquetamos de inapetente , cuando lo que le ocurre es que no le gusta lo que le hemos dado.
Y aquí hago especial mención en esos pacientes totalmente dependientes , desorientados, afásicos , pero cuidado ! con su sentido del gusto intacto. He de confesar que nunca he probado la taza con cereales del desayuno , ni los purés de las comidas , pero podría explicar más de un caso en el que las familias han traído los turmix hechos en casa y  et voila ! el bol ha quedado vacío..
Siempre he creído que las normas las inventaron para saltárselas , y alguno de mis pacientes inapetentes ha vuelto a comer con la comida cocinada en su casa,
Eso son excepciones , lo que debe primar es la variedad en las dietas , que no pasen muchas horas entre una y otra ingesta , y que el aspecto sea agradable .
Tal vez seria interesante preguntar al paciente su opinión ,sobre los sabores , las texturas, la variedad.....es él como usuario de esas bandejas que le ponemos delante cada día, quien nos puede dar una opinión subjetiva.  De las respuestas se obtendría información útil, que podríamos contrastar  para encontrar soluciones y disminuir seguramente el porcentaje de pacientes "inapetentes ".
Muchas de las reclamaciones que se tramitan en la oficina de atención al usuario están relacionada con la calidad y/o la cantidad de las comidas.Muchas de estas reclamaciones surgen al cabo de los dias , y en algunos casos esa "poca " calidad es el desencadenante de una situación, la del ingreso que desborda a familiares y agota al enfermo.
Es por eso que en la medida de lo posible, se ha de trabajar para que dentro de esa situación estresante, como es un ingreso hospitalario,las horas de la comidas sean un momento agradable y no uno de otros malos ratos que el paciente no querrá llevarse como recuerdo cuando le den el alta.
La comida en el hospital nunca será como la de nuestra propia casa,  pero no por ello ha de ser aquello que nunca querríamos ver delante nuestro...


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