diumenge, 18 de desembre del 2016

El cuidador sin botón de pausa.Enfermero fuera de casa , cuidador dentro...


Cuando el sonido del despertador entra una y otra vez por la oreja, su cerebro medio dormido aún, ya se pone en marcha y empezando a organizar el tiempo antes de ir al Hospital , donde le esperan siete horas de trabajo.
Porque a la calle  no solo saldrá ella, también su madre que como cada mañana, como si fuese el primer día, pregunta donde debe ir...
Y a la vez que lo organiza todo, deseará que hoy sea un buen dia y su madre se despierte tranquila y colaboradora para que ese momento de la mañana no se convierta en  una pequeña tormenta , y todo fluya.Así que tras una ducha rápida y un café de pie en la cocina, camina por el pasillo hacía donde empezará la rutina de cada mañana: conseguir que su madre se lave, se vista,y desayune, y puedan bajar a tiempo para esperar al autocar que la llevará al centro de día, y ella pueda coger el metro hacía el Hospital a seguir cuidando, ya vestida de blanco como Enfermera.
Mientras en otro lado de la ciudad, suena otro despertador a alguien que saliendo del portal de su casa, ya está deseando tener un turno  más o menos tranquilo, porque al salir al mediodía  , ira corriendo al súper, y antes de ir a su casa irá a la de su madre para pasear a sun perro , que la espera saltándole alegría ajeno al cansancio que ella pueda tener.Y es que su madre hace mas de un año que no sale a la calle ..
Y si mirásemos en otra dirección oiriamos un tercer despertador al que le pegarian un golpe haciéndole pagar las pocas horas de sueño, tras pasar  toda la tarde y parte de la noche anterior en urgencias , por ya ni recuerda cuantas veces en el último año,Y marchará al Hospital pendiente del móvil esperando  si esta vez su padre puede volver a casa ,o como ocurre con más frecuencia , ingresa en Hospital.
Y es que ellas como seguro que muchos de nosotros,está en un punto de su vida en que han pasado a ser cuidadores informales con todos los conocimientos de un cuidador formal, pero ante todo cuidador.
Se habla y mucho del cansancio y el stress del cuidador en pacientes con demencia y/o edad avanzada, pero que ocurre cuando como profesionales de la Enfermeria entramos en un círculo en el que pasamos a ser cuidadores  las 24 horas del día 365 dias al año, dentro y fuera del Hospital, aunque sea de diferente manera y con diferentes implicaciones.
Pero lo que no se puede obviar es el desgaste emocional y físico que conlleva ...
Se ha constatado que los cuidadores tienen un mayor riesgo de experimentar malestar psicológico  y muestran tasas más elevadas de depresión y ansiedad así como niveles de estrés incrementados cuando se comparan con la población general (1)
En cuanto a los efectos sobre la salud física, podemos destacar dos repercusiones relevantes, una que se centra en el hallazgo de indicadores de enfermedad, y otra que sería la escasa adopción de conductas preventivas de salud.
Eso que como profesionales, transmitimos, y educamos a los familiares de nuestros pacientes, a lo largo del ingreso, en el momento del alta, o en los centros de Atención Primaria, no nos lo aplicamos a nosotros mismos.
Eso provoca que a veces en nuestro día a día como cuidadores non stop estemos agotados, ya no sólo físicamente sino también mentalmente.
Es una situación que no podemos pasar por alto y nos ha de hacer reflexionar, puės en muchos casos asumimos el rol de cuidador principal pensando que nadie lo hará mejor, ( ¡ quien mejor que una Enfermera ! ) , y no pensamos,porque perdemos la objetividad, que son situaciones que se han de valorar también  a largo plazo por la alta probabilidad, si no tomamos medidas, de que nuestra salud con el tiempo se vea comprometida.
Con lo cual hemos de ser capaces de compartir el cuidado, y de cuidarnos nosotros.En nuestro caso no sólo a nivel personal sino a nivel profesional..
La diferencia entre el cuidado a un familiar y el cuidado a un paciente viene por la implicación personal y afectiva, En casa no somos Enfermeros, no nos ven ni nos tratan como tales , y eso a veces dificulta el cuidado y nos puede crear sentimientos de impotencia.
La autoridad y/o credibilidad que podamos llegar a tener en el Hospital la perdemos del todo al cruzar la puerta de casa y eso cuesta y mucho!!
Porque que somos en realidad ? cuidadores informales con conocimientos , o cuidadores formales con vínculo afectivo ?
Es muy importante que como cuidadores nos cuidemos. En nuestro caso además disponemos del conocimiento y las herramientas para poder hacerlo.
De esta manera se llega a una situación de equilibrio, con el plus de ser cuidadores con saber Enfermero con lo que nuestro familiar saldrá beneficiado, y nosotros sabremos como encontrar ese espacio , por pequeño que sea, donde no ser ni Enfermero ni cuidador , solo nosotros ....
Hay que saber encontrar el botón de pausa , para luego volver a empezar y poder dar los mejores cuidados dentro y fuera de casa.
Hay que llegar a ser un Cuidador con vida que cuida, no sólo vivir para cuidar

(1) (George and Gwyther, 1986; Whitlatch et al., 1991)




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